17/3/10

AMOR Y ODIO, tanto uno como el otro son humanos.. (I)



Otro aspecto inquietante del amor, y de la falta de educación afectiva, es la sorpresa y estupor que sentimos muchas veces cuando caemos en la cuenta que sentimos odio hacia las personas que queremos. Lo observo el psicoanalista Reik al comprobar que gran parte de quienes acudían a su consulta sentían la necesidad de ayuda por lo anormal que se sentían al odiar a quienes supuestamente deberían de amar.

Esta realidad compleja del amor se complica aún más al decirnos la psicología que no sólo odiamos a las personas que amamos, sino que también nos sentimos atraídos hacia las personas que nos odian. La psicología clínica y social los estudios de desarrollo infantil, y también estudios de animales. confirman este curioso fenómeno: los animales, los hombres y las mujeres se sienten atraídos a menudo hacia aquellos que son más amables y más crueles con ellos.

Quienes leéis con atención estas líneas seguramente experimentareis la sensación de rechazo hacia esta idea, como lo he sentido yo; y es muy comprensible ya que experimentar sentimientos negativos hacia los que amamos y sentirnos atraídos por los que nos odian, nos produce una gran culpabilidad, y eso es precisamente el problema de partida que no permiteavanzar,es decir, a pesar de que este hecho es muy generalizado, casi todos negamos que sea cierto. Especialmente las personas que hemos recibido una buena y solida formacion moral y que ciertamente estamos de acuerdo con ella, con matices, rehuimos constantemente nuestro propio odio y vilipendiamos el odio de los demás.

Al considerarnos como seres humanos, individuos decentes, morales y carinoso, declaramos que el odio no tiene lugar alguno en nuestros corazones.
En el mejor de los casos estamos dispuestos a admitir cierta colera o tal vez un sentimiento de ira pasajero contra nustros seres queridos, un padre hacia su hijo hija travieso, o un hijo hija hacia una madre exigente. pero negamos rotundamente la minima posibilidad de albergar odio, menos aun considerar qe podemos odiarlas tanto como las amamos.

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