20/8/09

Cuando Alicia se miró en el espejo, vio a una niña sonriente y sana ¿Qué ves tú cuando te miras en el espejo?






En la selva, los animales enfermos son abandonados y eliminados por sus congéneres. Es una forma de no poner en peligro a la propia manada si tiene que depender de un miembro enfermo. Los seres humanos también somos miembros de una manada. ¿Quiere esto decir que cuando estamos enfermos el resto de los miembros de nuestro grupo tratan de "eliminarnos" a través de sus comentarios y actitudes? Los seres humanos somos animales, pero también es verdad que usamos filtros de creencias y valores que suavizan nuestros instintos. Y también es verdad que nuestras relaciones sociales y familiares están revestidas de normas conductuales y culturales. Sin embargo, cuando estamos enfermos, hay una sutil actitud, nada metafórica, de eliminación lingüística.

Esto es evidente. Cuando estamos enfermos, la comunicación que recibimos de los demás, si la analizamos, es terriblemente dura. Tratan de hundirnos, de machacarnos en nuestra enfermedad: "¡Qué mala cara tienes!", "tu aspecto es lastimoso", "¿ya has ido al médico?", "cuídate, nunca se sabe" "un vecino mío empezó así y no duró dos días" "¿te sientes mal?"... Es como si nuestro más profundo instinto animal saliera a flote en esos momentos y la manada quisiera hundir a quienes están enfermos.

Las personas, entonces, nos ponemos en comunicación con nuestros sentimientos enfermos y empezamos a dar respuestas de hundimiento y dolor, y, ¿por qué no?, también respuestas verbales sobre nuestra enfermedad.

Si es cierto que el grupo humano responde en situaciones de crisis como lo hace una manada de animales, entonces tenemos que aprovechar esta situación para darnos cuenta de lo que estamos haciendo y, si no estamos de acuerdo con estas respuestas automáticas e inconscientes, cambiarlas y darnos respuestas lingüísticas de salud a nosotros mismos cuando estamos enfermos y a las personas que nos rodean cuando enferman.

Cuando alguien hace un juicio de valor sobre nuestra salud nos obliga a "escasear" nuestro propio cuerpo buscando algo que confirme su comentario. Y lo más probable es que agrandemos y generalicemos el menor síntoma que encontremos.

No permitas que nadie haga comentarios sobre tus sensaciones. Sólo tú eres capaz de avaluar tu estado interno. Cuando alguien le pone un "adjetivo" a tu estado interno ("¡qué mala cara tienes!", "yo en tu situación me metería en la cama", etc), en realidad lo que está haciendo es creando en ti una forma de percibirte a ti mismo desde una posición externa, lo que te impide ser consciente de tu propia vivencia.

¿Cuántas veces un comentario inoportuno e inexacto de un médico ha agravado el estado de salud de una persona? "Esto tiene mala pinta", "Tendremos que hacer análisis para descartar un cáncer", "Lo que usted tiene es crónico"… Ni siquiera los médicos tienen derecho a hacer diagnósticos cerrados si no tienen la absoluta convicción de que responden a la realidad.

En algunos círculos se dice, por ejemplo, que la ansiedad es una enfermedad crónica. Yo no conozco ni un solo caso de ansiedad que sea crónico. Con un tratamiento adecuado TODOS los casos de ansiedad se solucionan completamente, sin recaídas.

por Ricardo Ros

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