Durante este tiempo de dificultades y sufrimiento humano, descubro que muchas veces sufrimos más por nuestros miedos que por nuestras carenciias reales.
Nos cuesta mucho cambiar nuestra forma de pensar, que muchas veces esta forma de pensar está condicionada por unas ideas que nos han taladrado en la cabeza como dogmas absolutos a los que nos entregamos casi con fe ciega. Y así convertimos esas ideas "venenosas" en el fundamento de la vida; la televisión y el comentario simplista de la calle ha contribuido a aferrarnos a estas ideas que son bastante destructivas.
Entre estas ideas las más notables se pueden formular más o menos así, "... el dinero es la clave del éxito y de la felicidad..." otra importante es "que no podemos hacer nada para cambiar la sociedad", y la que es más cruel es "que todo depende de otros, de los poderosos, del destino...."
Parece que no tenemos mucha capacidad en nosotros para sobreponernos, para intentar luchar porque estas ideas no condicionen y limiten nuestra vida. Cuando actuamos en consecuencia con ellas, podemos ir cayendo en trampas cada vez más angustiantes y autodestructivas (por ejemplo el hipotecarse a veinticinco otreinta años, pensando que es lo mejor para nosotros y nuestra familia).
Es necesario DES-APRENDER estas ideas, DES-PROGRAMARNOS, para poder re-descubrir nuestra capacidad y nuestro propio poder.
Este poder consiste en afianzar en nosotros una mirada profunda, positiva, amorosa, comprensiva y paciente de nosotros y nosotras mismas, porque es nuestro punto de partida, no somosnsolamente aquello que nos quieren hacer creer, uno de la masa, una fuerza de trabajo anónima, una maquina de hacer cosas, el que tiene que traer dinero, somos muchas más cosas que nos faltan descubrir, somos una potencialidad increible. Y en esta apertura a vernos en nuestra verdadera dimensión comprenderemos nuestra unidad con el mundo, con la natualeza, con la vida.
Quien comprende que no sólo está vivo sino que es vida se da cuenta que no hay ningún camino cerrado, el poder está ensi mismo, en si misma, puede ser y conseguir lo que realmente necesita y encontrar lo que verdaderamente vale para vivir plenamente.
Ciertamente las necesidades y obligaciones de cada día que nos limitan no pueden ser una excusa para no encontrar nuestro verdadero yo y resurgir de ahí con todo nuestro potencial vital. Somos vida, somos energía, somos un poder de felicidad, estamos llamdos a la felicidad y ala plenitud. No te conformes con durar, con vegetar, con realizar el guión que te han dado o que tu escogiste en está sociedad. Despierta de una vez, recupera tu poder, nadie vendrá a rescatarte si tú no eres capaz de decir Aquí estoy.
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