En estos días de tantas turbulen- cias, econó- micas, sociales, laborales, es muy difícil abstrerse de una realidad que te trasmite negatividad. Las personas que decidimos seguir nuestros valores por encima de los que te impone la sociedad, no podemos librarnos totalmente de la tentación de escuchar las voces del ambiente que a veces se alzan impertinentes para decirte que eres un fracasado porque no fuiste compeetitivo , porque no te aprovechaste cuando podías, etc., etc. Es justamente este, el momento en el que es necesario afianzar la autoestima, la voluntad, los ideales, y a pesar que los demás quieran imponerte una forma de ver las cosas, es el momento en que debes saber decir: he elegido este camino y soy feliz, independientemente de los que piensen de forma diferente.
Comparto un texto que me hizo llegar un amigo para reforzar nuestra conciencia plena:
"Sólo cuando aceptas el fracaso eres un fracasado.
el verdadero fracasado no es aquel que se encuentra discapacitado por una enfermedad, ni el que realiza repètidos intentos a pessar de los contratiempos, sino aquel que es perezoso, física y mentalmente. La persona que rehúsa pensar, razonar, discernir o utilizar su energía creativa está ya muerta.
aprende a utilizar la psicología de la victoria. algunas personas aconsejan:¨No hables nunca sobre el fracaso¨, pero eso sólo no ayuda. En primer lugar analiza tus fracasos y sus causas, aprovecha la experiencia y luego desecha todo pensamiento al respecto. Aunque fracase muchas veces, la persona que persevera en su intento, la que no ha sido vencida en su interior, es en verdad una persona victoriosa..
Poco importa que el mundo pueda considerar fracaso; si esa persona en su mente no ha desistido, a los ojos del Señor, no ha sido vencida. He aprendido está verdad en mi contacto con el Espíritu.
siempre estás comparando tu suerte con la de los demás. Siempre hay alguien más despierto o exitoso que tú y, por consiguiente, te sientes desafortunado.. Esta es una paradoja de la naturaleza humana. No te lamentes de tu suerte. Cuando comparas con envidia lo que tienes con lo que otro posee, provocas tu propia derrota. ¡Si conocieras la mente de los demás, no querrías ser ninguna otra persona sino tú mismo, tu misma.
No deberíamos envidiar a nadie. Dejemos que los otros nos envidien. Aquello que somos, nadie más lo es. Debes estar orgulloso de lo que tienes y de lo que eres.. Nadie tiene una personalidad como la tuya, ni un rostro como el tuyo; tu alma es diferente de todas las demás. Eres una creación única de Dios. ¿Deberías estar sumamente orgulloso, orgullosa!
Triunfar en la VIda, Paramahansa Yogaganda
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