Ahora que parece que todo no va bien...

“Estoy sentado en la cama del hospital a la espera de que los médicos me den el parte del estado de mi madre. Con 89 años de edad, sé que no puedo esperar demasiado y ellos lo saben, Sin embargo contemplo otras habitaciones con pacientes mucho mas jóvenes  que mi madre con daño cerebral y distintas afecciones neurálgicas y prestando atención veo la complicación de sus vidas y las de sus familiares, o la ausencia de estos. No me consuela demasiado pero agradezco por tantos años que mi madre ha vivido con una gran calidad de vida en todos los aspectos aunque ella misma no lo sepa".

Escribo desde mi ser para agradecer porque es lo que realmente puedo hacer, agradecer

La felicidad no es la ausencia de problemas, sino la capacidad de lidiar con ellos y superarlos. Piensa en lo que serías si tu mente no hubiera tenido que enfrentarse a problemas de toda índole desde que naciste.

Es así como aprendemos, es así como maduramos. Por ello, es importante no lamentarse de los problemas, sino motivarse en las horas bajas para enfrentarlos.

El dolor no buscado es parte necesaria

Cuando se cierra una puerta, otra se abre. Pero a pesar de ello, la mayoría de las personas permanecen quietas hasta que las circunstancias las empujan.

El dolor es, por tanto, nuestro principal revulsivo. Un mal necesario que nos obliga a ponernos en marcha y a comenzar a tomar decisiones. Ese motor de cambio nos obliga a pensar, a aprender de nuestros errores y a madurar.

Recuerda que, como cualquier experiencia negativa, hay que aprender a gestionar el dolor, ya que es un arma de doble filo. Si lo positivas y aprendes de él, te ayudará a crecer como persona, pero si solo te regodeas en tus problemas, únicamente obtendrás sufrimiento. Habrá personas que les paraliza y hasta les destruye enfrentarse  al dolor, yo mismo siento el vértigo del vacío en momentos; pero he decidido elegir, elijo aprender, elijo ser consciente y abrazar lo que me toca hoy como ayer abrace las alegrías y satisfacciones de mi vida.

 

Todo en la vida es pasajero, estamos sólo de camino

Los días terminan, las horas pasan, las personas nacen y mueren. Nada es eterno, y nuestra vida está sujeta a todo tipo de cambios. Sin embargo, nos engañamos pensando que nuestra vida posee cosas, rasgos, y personas que nunca cambiarán.

Lo siento, no quisiera perder a los que amo, pro no los puedo detener; debo abrir los ojos y comprender que debo prepararme para vivir un cambio y no oponerte a él. Salir de tu zona de confort y convertirte en alguien flexible. Oponerme a ello sólo genera dolor innecesario.

Cuanto mayor flexibilidad tenga para adaptarme a las cosas, tendré la oportunidad de ser más feliz. Del mismo modo, cuando esté deprimido, pienso que la vida es cíclica y que las malas rachas también tienen un final.

Quejarse no cambia las cosas

Los problemas o injusticias no se arreglan a base de quejas, sino trabajando duro para cambiarlas. Si algún aspecto de mi vida no me satisface,  manos a la obra, queda mucho por hacer.
Ningún caballero de dorada armadura va a luchar mis batallas, el único superhéroe soy yo. La suerte no me va a sonreír si no salgo a buscarla. La felicidad es para quienes no temen a los problemas, pues estos suponen una oportunidad de aprender, trabajar, superarlos y ser mejor persona.

 

Las cicatrices son un símbolo de orgullo

No te avergüences de las cicatrices que la vida te ha dejado. Una cicatriz es una herida cerrada.

Donde las personas o las circunstancias, te hirieron, tú has sabido curarte y sanar, avanzar y fortalecerte.

Al igual que las cicatrices de verdad, las psicológicas no siempre son bonitas, y aunque pasen los años pueden doler si piensas en ellas. Sin embargo, son un recordatorio positivo y permanente de tu fuerza. Una marca de guerra que grita a los cuatro vientos: ¡Lo conseguí! Sobreviví a mi …(ruptura, divorcio, despido, pérdida), y tengo cicatrices para probarlo. No será fácil pero vale la pena

 

 

Cada paso adelante, es una batalla ganada

Resolver un problema no es cosa de un día; es un proceso que requiere grandes dosis de paciencia y pensamiento positivo.
Recomponer la autoestima, mejorar mi físico, mi salud, el amor… son cosas que van a necesitar trabajo y perseverancia. Para ello, la motivación es la pieza clave.
Alegrarse de los pequeños logros y disfrutar del camino, es fundamental para cumplir mis objetivos. Si deseo conseguirlo, debo ser inteligente y prever cuales serán las trampas y desánimos que sortearé en el camino.

Las opiniones ajenas no deben importarte
Lo que opinen los demás está de más y no debes andar pendiente de ello. Nunca llueve a gusto de todos, y es probable que tu familia y amigos no siempre estén de acuerdo con tus decisiones.
En la vida tendré que tomar decisiones sin el apoyo de las personas que me quieren, pues en su amor por protegerme pueden aconsejarme a mantenerme en una situación que odias.
Los padres, por ejemplo, prefieren que sus hijos aguanten infelices en su trabajo a cambio de cierta estabilidad. Sin embargo, puede que ser infeliz el resto de tu vida no sea lo que desees, e incluso con la oposición de tu familia, debas rebelarte.
Recuerda: escucha a todo el mundo, pero sobre todo a ti mismo.

Acéptate o serás profundamente infeliz

Hay quien odia la vida que le ha tocado vivir, que anhelan el amor que otros tienen, que envidian las posesiones de otros, o se lamentan del cuerpo que tienen.
Vivir así me hará profundamente infeliz. Aceptar las ventajas que me han tocado y sentirme afortunado, es fundamental si quiero vivir en paz conmigo mismo.
Puede que no sepa dónde va a llevarme la vida, pero debo sentirte seguro de que estoy en el lugar adecuado. En mi mismo, mi propio guión, reinventándome constantemente

 

Lo mejor que puedes hacer es mantenerte en movimiento

Ya no tengo miedo a enojarte, si luego soy capaz de sonreír. No temo el sufrimiento y puedo enamorarme de nuevo. Dejo que mis heridas sanen y muestro orgulloso las cicatrices. Me rodeo de amigos, y no tengas inconveniente de hacer otros nuevos.
Leer, escribir, enriquécete, aprenderé cosas nuevas y perderé el miedo al ridículo. Me apunto a hacer algo nuevo… salgo, una y otra vez de mi zona de confort.
En resumen, cambia todo cambia…  fluir....pues solo mi yo de mañana sabrá solucionar mis problemas de hoy.  Confió en la Vida