23/2/09

Una pelicula sobre LA ENFERMEDAD DEL SUST0



Hace unos días la coproducción hispano peruana La Teta Asustada ganó el Oso de Oro a la mejor película del Festival Internacional de Cine de Berlín. La película trata sobre una enfermedad de la cosmovisión indo americana denominada "síndrome del susto" y que es provocada por un evento estresante extremo que puede involucrar otra persona, un animal o una situación o evento que conduce a la pérdida de sustancia o fuerza vital, en realidad se trata de un trauma psicológico no tratado.

Este síndrome realmente es universal, si conversamos con las víctimas de la violencia interna, sobre todo con las mujeres y los hijos fruto de las múltiples violaciones sufridas, encontramos sin importar si el conflicto se produjo en países americanos, africanos y europeos, que los traumas son similares con la diferencia que en los países europeos las víctimas cuentan con servicios públicos de ayuda psicológica y reciben el apoyo de organismos no gubernamentales.

El drama de los hijos de las guerras civiles es que sienten el rechazo de la comunidad incluso de las propias madres que tienen que convivir diariamente con el recuerdo. Las secuelas de los traumas se dan tanto en las víctimas como victimarios y pueden durar en algunos casos varias generaciones, también es conmovedor ver actualmente a las familias campesinas indígenas en todo América, llorar por sus muertos cuando por primera vez son desenterrados de fosas comunes clandestinas donde han permanecido en algunos casos más de 20 años, cuyos verdugos nunca serán juzgados y permanecerán en la impunidad absoluta. Un factor adicional que agrava la violencia en Latinoamérica es el racismo que muestran las tropas gubernamentales y la clase gobernante que no logran romper el lazo emocional del pasado colonial.

Una consecuencia positiva que ha traído esta película es que el Dr. Alan García Pérez, Presidente del Perú, sea el primer gobernante peruano que reconozca la falta de una política de salud mental pública dirigida a las miles de víctimas de la guerra interna.

Por último, mi admiración a los productores catalanes que han tenido el coraje y la sensibilidad de tocar un tema que es tabú en la sociedad gobernante peruana, tal vez porque también ellos son descendientes de un pueblo que sufrió una guerra civil, donde aún las víctimas permanecen en fosas comunes clandestinas, clamando por una justicia que nunca les llegará.


Miguel Guzmán Corresponsal de la Vanguardia en Peru

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