La navidad nos produce muchas sensaciones, yo elijo pasar la navidad en mi país de origen, porque allí estoy en contacto con mis propias raíces, con la fuente de mi afectividad y mi manera de amar; y con los compromisos que un día abracé como ideal de vida. Me gusta en este día mirar a mi gente, la gente de mi pueblo, veo su gran variedad, su lucha diaria y su pobreza. Estoy en un locutorio de Lima, me atiende un señor mayor, por sus rasgos es de la zona del altiplano, él ya debería estar jubilado, pero se alegra de tener un cliente y me instala en una maquina mientras escucha las canciones de su tierra, de su zona, he notado que esa es su forma de sentirse acompañado, y tal vez con los suyos que no están.
Intento aprender de donde vengo y a saber a donde voy. Quiero estar consciente del mundo donde vivo y de la vida que me rodea. Quiero leer en los acontecimientos y en la manera que tengo de vivirlos, lo que tengo que hacer. Por eso en esta Navidad junto con los sentimientos intensos que vivimos sean positivos o negativos, aprendamos un poco más sobre nosotros mismos, sobre nuestro lugar en el mundo y sobre la vida que queremos vivir.
Para todos una noche de presencia, conscientes a través de la navidad que hay una dimensión que nos sobre pasa y que la TRASCENDENCIA ES TAMBIÉN PARTE DE NUESTRA VIDA.
QUE UN NIÑO CHIQUITO NOS MIRE AL CORAZÓN Y NOS DEJEMOS MIRAR
feliz noche de Navidad y día de Navidad.
Con cariño.
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