11/12/09

El amor como respuesta existencial del ser humano.




Desde hace ya bastantes años estoy intentando descifrar esa realidad tan misteriosa y compleja que es el amor humano, parece que hiciese falta distinguirlo del divino, aunque en realidad, el único que conocemos es humano, y si el divino existe, como lo es para los creyentes, seguramente que Dios en su sabiduría y pedagogía sabrá hacerlo accesible a la realidad humana que es la que encarnamos.

Como también en estos años he vivido experiencias que me han llevado a poner en practica toda la teoría, y la realidad del amor, creo imprescindible continuar compartiendo mis reflexiones con el propósito que puedan serles útil a todo el que se atreva a amar.

Antes que nada creo que es honesto comentar tres supuestos al respecto:

- No está dicha la última palabra sobre el amor, toda teoría, todo descubrimiento, toda vivencia no será definitiva, ni válida como generalización. Es de agradecer que siempre la realidad del amor es capaz de romper los esquemas intelectuales.
- Se puede y se debe aprende sobre el amor, aunque tengamos muchos años y muchas experiencias, siempre aprenderemos, quién crea que ya lo sabe todo, probablemente se haya confundido ya con otra experiencia o se esté engañando por alguna razón personal.
- El amor al ser una realidad personal, humana, es algo complejo; no lo aprenderemos facilmente, esconde una gran cantidad de matices, parece que existe tanto amor, como formas de buscarle sucedáneos, o seudos amores. Algunas veces nos tendremos que enfrentar a una realidad lacerante, que lo que creíamos que era amor, estaba bastante distante de serlo. Y aunque nos duela terriblemente siempre es mejor tener una nueva oportunidad, que haber creído algo que no era cierto.


Sin embargo a veces es menos doloroso pensar que fue amor, que loa prendimos todo, o que la vida o la elección desacertada nos impidió realizarnos o ser feliz en el amor. No es un consejo gratuito, lo he aprendido con el aprendizaje contundente y a veces, sangrante de la experiencia.

EXISTE UN LADO OSCURO DEL QUE NO SE HABLA.

Son muchas las formas que se silencian la parte menos agradable del amor, parece que cuando se hable de amor siempre tiene que haber algo maravillosos, sin embargo, es necesario constatar que no es así, no porque lo diga yo.
Cuando la persona a la que amamos, o por la que deseamos sentirnos amado nos abandona, podemos sentirnos abandonados y perdidos a fuerzas incontrolables que están más allá de nuestra voluntad o nuestro control. Podemos tener la sensación que la persona amada no ve en nosotros una bondad esencial, o incluso una maldad,y tenemos la impresión de ser,fundamentalmente no conocidos, no percibidos por el otro.. Quizá nos sintamos poco apreciados o incluso despreciados por aquellos con quienes nos hemos comprometido, presumiblemente en una relación amorosa. O sentimos un vació en nuestros corazones y somos incapaces de devolver amor a aquellos cuyo amor por nosotros es inexpugnable. Quizá queramos entregarnos al poder curativo del amor pero descubrimos que nuestros corazones están demasiado encerrados en sí mismos como para moverse. O descubrimos que nuestros corazones y nuestras cabezas se contradicen de un modo tan completo que no sabemos a cual de los dos hacer caso. Incluso las personas queridas y mas satisfactorias tienen sus momentos de sombras en los que parece haber desaparecido momentáneamente toda posibilidad de comprensión cariñosa y comunicación simpática.

Por si sola, la suerte, buena o mala, rara vez es la causa del éxito o el fracaso en el amor.

La causa de las desilusiones, las frustraciones y los dolores en el amor no suelen ser fuerzas que se encuentran fuera de nuestro control.

cuando experimentamos el dolor o la herida causada por el amor, nos vemos a nosotros mismos como víctimas desventuradas de las circunstancias. Pero el dolor y las heridas del amor son mucho más complejos de lo que nos quieren hacer creer nuestros sentimientos de victimización

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