Después de unos cuantos meses de adaptación en nuevos compromisos y ocupaciones, continuamos con la tarea de reflexionar y comunicar aquello que puede ayudarnos a ser más personas, más humanos, más nosotros mismos, en este espacio para compartir todas las aportaciones serán bienvenidas.
Experiencias.
Vivir en el pleno sentido es abrirse a lo desconocido, es aventurarse, es hacerse caminante, es encontrar nuevas rutas, y elaborar su propio itinerario, en ese proceso, que nadie nos explica, que a veces desconocemos completamente, recibimos indicaciones contrarias muy fuertes, los medios de comunicación, el ambiente social, lo que convenimos en llamar el stau quo, lo establecido, nos plantea unas recetas, unos concursos para que en base a nuestra habilidad para conquistarlos se medirá nuestra vida, casi siempre en función de éxito o fracaso.
Cada dia me encuentro con muchas personas, que como yo, en una etapa de mi vida, creen que la vida consiste en ganar, en conseguir unas cosas, unos bienes, en tener cierta cuota de poder, y se nos hace creer que consiguiendo cierto nivel de esta llamada prosperidad material, nuestra vida trasncurrirá satisfactoriamente. Un ejemplo claro es la carrera profesional, casi todos los padres de familia creen a ciegas que una carrera profesional, universitaria con titulación y post grado es la mejor herencia que asegurara un futuro bueno, una vida buena a los que quieren.
En algunos casos se nos habla del dolor y el sufrimiento pero como un invasor, un invitado que se cuela en la vida, un elemento del azar, que no queda más remedio que admitir a regañadientes, pero que intentamos neutralizar de todas las formas, a veces limitando su presencia meramente al azar.
Muchas veces nos encontramos en la vida sinque nadie nos ha dado la más mínima oportunidad para admitir que el dolor y el sufrimiento no es una parte accidental de nuestra vida.
Sin embargo, cuando aparece, cuando irrumpe en nuestras vidas, genera mucha devastación porque no sabemos como tratarlo, entonces lo utilizamos como una excusa de la mala ssuerta, como algo tan externo, tal vez vinculado a la mala fe, a los dioses, o al castigo por algo que no hicimos o dejamos de hacer.
El encuentro con el sufrimiento es cotidiano en nuestro mundo, donde hay más de lo que queremos admitir, aunque hay sociedades en que se usa de él como un reclamo publicitario, las noticias suelen estar totalmente centradas en el sufrimiento patético e irracional, en el mal que se causan los humanos unos a otros, y apartir de ahí, nos convertimos en consumidores del sufrimiento y la truculencia humana en los medios de comunicación.
Toda esta realidad sin embargo no nos permite, enfrentarnos a la realidad del sufrimiento humano de forma real, humana, sacando el verdadero sentido, o por lo menos intentando buscarlo. Algunos le adjudican un sinsentido incapaz de alcamzar el entendimiento humano, y la lucha, en casos, genuina, contra el sufrimiento humano parece que se concreta en correr y absorver las mayores cuotas de placer, atiborrandonos de él para contrarestar el aperentemente maléfico efecto del sufrir.
Dolor y sufrimiento no son lo mismo...
El dolor existe, es un componente limitante vinculado a nuestro ser material, biológico, social, expeirencia de límite, el sufrimiento es la vivencia humana del dolor, siempre recuerdo la madre un amigo que le decía a su hijos en el hospital saliendo de un episodio fuerte de enfermedad, "yo no sufría por la enfermedad que estaba sufriendo, solo deseaba sobrevivir por ustedes".
(continuará...)
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